Tomás Marcos, abril 2023

El 27 de noviembre de 2007, la Asamblea General de la ONU declaró el 2 de abril como Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo. El trastorno del espectro del autismo es una condición de origen neurobiológico que afecta a la forma de pensar, a la conducta, a la comunicación y a la interacción con los demás. 1 de cada 100 personas en España lo presentan. 

Si hablamos de Trastorno del Espectro del Autismo (TEA), nos referimos a un trastorno del neurodesarrollo que aparece en edades tempranas y que, sobre todo, se manifiesta en alteraciones de la capacidad comunicativa, la interacción con otras personas y el desarrollo del lenguaje, aunque no siempre, y en muy diversos grados.

Es importante recordar que las personas con autismo ni están aisladas, ni encerradas de ninguna manera en sí mismas, como se tiende a creer erróneamente. El impacto del TEA es inmenso, porque afecta a la calidad de vida de forma determinante. Sin embargo, el uso de la palabra “autista” como definición global -y con tintes peyorativos- es uno de los factores que más fomenta su exclusión social. Primero, son personas. Siempre.

Abandonar este tipo de clichés y fomentar el conocimiento y la investigación son los primeros pasos para evitar que millones de ciudadanos con TEA en todo el mundo (cerca de 500.000 en España) vivan instalados en la discriminación o restricción de sus derechos a la educación, a la salud, al empleo, a la justicia, a una vida plena y a su dignidad como personas.

Un niño o niña, hombre o mujer con TEA tiene sentimientos, gustos propios, inquietudes y miedos como cualquiera de nosotros. El autismo no los define, porque ninguna persona con TEA es igual que otra. Y la explicación es simple: el autismo es una categoría que agrupa una amplia variedad de manifestaciones, diversas y singulares. Hablamos de una condición personal en un espectro de diferentes presentaciones. Cada persona con TEA, niña, niño, mujer o hombre tiene su propia singularidad.

La inclusión social, de las personas con TEA, es la inspiración fundamental para la transformación social. Como ciudadanos de pleno derecho, su autonomía, su participación y, en definitiva, su inclusión en la sociedad es lo primero. Vivir una vida digna desde proyectos personales lo más independientes posibles, su autonomía, la superación de las barreras capacitistas y el respeto a su diversidad es esencial para las personas con autismo.

Se trata, en definitiva, de superar la discriminación y el prejuicio social hacia las personas con autismo. Desde la infancia hasta la edad adulta, dejar atrás la mirada hegemónica sobre las personas con autismo, la perspectiva discriminatoria, el estigma social negativo, la descalificación y la desvalorización basadas en prejuicios en contra de las personas con autismo.

Tomar conciencia, el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, es poner la inclusión de las personas con autismo como prioridad. El autismo es una manifestación más de la diversidad humana. La diversidad es siempre una fortaleza para la sociedad. En la sociedad tienen que ser, estar y participar las personas con autismo.

Mejorar los servicios y recursos para personas con TEA en todas las áreas implicadas, como son la atención temprana, la educación, los servicios sociosanitarios, los de empleo, la justicia, el ocio, el turismo, el deporte, la edad adulta y el envejecimiento activo. Es el momento de acudir a la innovación social para poner en marcha nuevas ideas de alto impacto acompañadas de los instrumentos de evaluación necesarios.

El único paradigma válido es el de la vida independiente, un modelo donde la persona con autismo ejerza su capacidad de elección como ser humano y ciudadano en plenitud de condiciones, controlando todos y cada uno de los aspectos de su vida para acceder al mismo rango de igualdad de derechos y deberes que sus conciudadanos sin autismo. Sobre todo, desde la consideración de la asistencia y el cuidado personal como un derecho fundamental, tal y como se recoge en la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. El objetivo: acabar con la imagen “pasiva” que se ha dado de las personas con TEA para otorgarles un papel activo, participativo y pleno dentro de la sociedad.

Las personas con autismo son ciudadanos de pleno derecho. Son diversos. Son libres. Son iguales. Para que los días de concienciación sobre el autismo, sean, más allá del 2 de abril, todos los días del año.

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